Me levanto algo mas tarde de lo previsto, a las 7,00 h. pero para mi cuerpo son las 2'00 de la mañana, aunque como me acosté pronto, he superado el jet lag .sin más problemas. Desayuno y cojo el Skytrain en la estación de Sathorn a unos 300 metros del hotel para ir al final del trayecto hasta la estación de Wongwai Yai.
Ahora tengo que buscar la estación secundaria de tren del mismo nombre, lo que no resulta especialmente sencillo, aunque con la foto del tren y tras andar unos 800 metros consigo encontrarla ya que como podéis ver en la foto tan solo se trata de un anden en una calle que es a la vez mercado. Saco el billete para el tren hacia Maha Chai de las 9'40 tras pagar el billete que para un trayecto de una hora me cuesta 10 bath (0'25 euros).
El tren es un tercera clase, muy sencillo y ruidoso, sale puntualmente, con ventiladores y con las ventanas y "puertas" abiertas..., imagino que para que circule el aire. Hace calor pero se lleva bien con el airecillo. Aunque soy el único occidental en el convoy no me miran especialmente.
Llegamos a Maha Chai, la estación y las calles adyacentes son un nuevo mercado donde destaca el pescado, tanto fresco como seco, ya que se trata de una población pesquera junto al mar. Tras dar una vuelta y comprar agua me dirigió al embarcadero para cruzar el gran canal que le separa de la localidad también pesquera, vecina, de Ban Laem. El billete del transbordador cuesta 3 bath y lo utilizan los locales que embarcan incluso sus motos.
Ban Laem no tiene mucho que ver, así que hasta la hora del tren a Mae Klong recorro su calle principal y a unos 800 metros, tras pasar una gran rotonda encuentro un Cibercafe donde aprovecho para ponerme al dñia de noticias, correo y corrección del blog.
En este pueblo sigo sin ver a ningún occidental, desde luego que aquí vienen pocos turistas, o ninguno, porque no saben ni siquiera una palabra en ingles, de hecho para preguntar por la estación tengo que echar mano de una aplicación en el IPad que me traduce al tailandés ya que mi fino sentido del ridiculo me impide gesticular o emitir sonidos que me conduzcan al destino.
Llego finalmente a la estación y compro el billete que también cuesta 10 bath, así que habré hecho un recorrido de unos 100 kilómetros por poco mas de 0,50 euros. El tren, con los mismos lujos que el anterior, sale con 15 minutos de retraso, parece haber un problema mecánico de poca importancia porque finalmente salimos a las 13,45. Tengo poco mas de una hora de viaje para alcanzar mi destino final, el mercado sobre las vías de tren de Mae Klong, mercado que se monta y desmonta ocho veces al día al paso de los trenes, aunque lo tienen perfectamente controlado y lo hacen con una facilidad enorme.
De hecho, al llegar el tren parece que hace ya un rato que lo han desmontado, pero es que apenas tardan dos o tres segundos, así que debo esperar al viaje de vuelta y de nuevo, con mi gratitud al conductor y revisor que me permiten situarme junto a ellos, estoy atento al pitido del tren para empezar a filmar y ver la celeridad de la maniobra.
El mercado parece que aprovecha la zona de más afluencia, porque aunque ahora si me he encontrado algún que otro turista, el mercado lo usa la población local. Los productos son frescos, incluso el pescado, aunque también se vende seco que al parecer tiene mayor uso por estas latitudes.
Llegamos a Maha Chai, la estación y las calles adyacentes son un nuevo mercado donde destaca el pescado, tanto fresco como seco, ya que se trata de una población pesquera junto al mar. Tras dar una vuelta y comprar agua me dirigió al embarcadero para cruzar el gran canal que le separa de la localidad también pesquera, vecina, de Ban Laem. El billete del transbordador cuesta 3 bath y lo utilizan los locales que embarcan incluso sus motos.
Ban Laem no tiene mucho que ver, así que hasta la hora del tren a Mae Klong recorro su calle principal y a unos 800 metros, tras pasar una gran rotonda encuentro un Cibercafe donde aprovecho para ponerme al dñia de noticias, correo y corrección del blog.
En este pueblo sigo sin ver a ningún occidental, desde luego que aquí vienen pocos turistas, o ninguno, porque no saben ni siquiera una palabra en ingles, de hecho para preguntar por la estación tengo que echar mano de una aplicación en el IPad que me traduce al tailandés ya que mi fino sentido del ridiculo me impide gesticular o emitir sonidos que me conduzcan al destino.
Llego finalmente a la estación y compro el billete que también cuesta 10 bath, así que habré hecho un recorrido de unos 100 kilómetros por poco mas de 0,50 euros. El tren, con los mismos lujos que el anterior, sale con 15 minutos de retraso, parece haber un problema mecánico de poca importancia porque finalmente salimos a las 13,45. Tengo poco mas de una hora de viaje para alcanzar mi destino final, el mercado sobre las vías de tren de Mae Klong, mercado que se monta y desmonta ocho veces al día al paso de los trenes, aunque lo tienen perfectamente controlado y lo hacen con una facilidad enorme.
De hecho, al llegar el tren parece que hace ya un rato que lo han desmontado, pero es que apenas tardan dos o tres segundos, así que debo esperar al viaje de vuelta y de nuevo, con mi gratitud al conductor y revisor que me permiten situarme junto a ellos, estoy atento al pitido del tren para empezar a filmar y ver la celeridad de la maniobra.
El mercado parece que aprovecha la zona de más afluencia, porque aunque ahora si me he encontrado algún que otro turista, el mercado lo usa la población local. Los productos son frescos, incluso el pescado, aunque también se vende seco que al parecer tiene mayor uso por estas latitudes.
Comienzo el viaje de vuelta y cuando ya estoy en Bangkok se estropea el Skytrain, por lo que tengo que bajar una parada antes y hacer un trayecto algo más largo a pie, así que cuando llego al hotel y tras una ducha me voy a hacerme un masaje de una hora en los pies por el módico precio de 300 bath (7,5 euros).
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