Hoy es mi último día completo en Luang Prabang, así que tengo que terminar de ver lo que me falta. Visito los templos más importantes de los que me faltan ver pero esta vez os pongo fotos de otras cosas que se pueden ver en ellos, como los hábitos tendidos al sol o a los monjes sin nacer nada, incluso aunque no se ve en la foto he pillado uno jugando con un móvil, que yo sepa no les está permitido.
El hombre, cosa no muy habitual por aquí, sabe saludar en muchos idiomas y al averiguar que soy español, me canta la sigueinte canción.
Otras imaginos bonitas de los templos son los Budas, casi todos mágníficos o las casas dentro del recinto donde viven los monjes y novicios.
Posteriormente me voy a fotografiar la desembocadura del tioNam Khan en el Mekong que conforman el límite Norte de la ciudad de forma que toda la zona del casco antiguo queda dentro de la península que forman ambos rios.
Ayer vi una cosa, mientras esperaba a embarcar que me llamó muchísimo la atención. Era un vendedor que para avisar a los vecinos utilizaba una suerte de altavoz no mecánico avisando así como un afilador lo hacía en España. En lugar de una armónica o similar utiliza su propia voz cantando. La Lástima es que cuando conseguí sacar el Ipad para grabarlo ya había acabado.
Pero esta mañana tras fotografiar la desembocadura y lo he visto pasar y lo he seguido, andando rápido porque correr es imposible pese a que hoy el día está nublado, finalmente lo pillo pero ya ha acabado su canción, así ue le pido que la interprete para mí y le doy 20.000 kips.
Aunque obviamente me hace gracia, le pido que cante la canción laosiana que interpreta normalmente, a lo que ni corto ni perezoso se pone en ello. Un hombre muy divertido.
Me había dejado par el final la subida al Phut Si con su pequeño templo That Chomsi, pero como parece que el calor ha disminutido pienso que es la oportunidad de subir los 328 escalones, si no he contado mal, necesarios para alcanzar el objetivo.
Y ya lo creo que vale la pena, primero por su pequeño templo en el que tomo dos curiosas instantaneas, en la primera se ve a 3 turístas asíaticos haciendo su singular meditación dentro del templo, y en la segunda un gato posado en los brazos de Buda. Pese a llamarlo como normalmente se llama a los gatos, psssss, incluso haciendo fotos con flash llego a la conclusión de que está disecado, pero no, cuando vuelvo a los 15 minutos lo encuentro en otra posición y es que el gato parece estar en el estado de Nirvana.
Por cierto, el asíatico gordo, despertó cuando hacía la segunda foto del gato soltando un eructo de proporciones importantes, lo que me proporcionó dos nuevas conclusiones: 1º los al parecer coreanos no son budistas y 2º el gato es sordo.
Pues bueno, desde arriba las vistas de 360º sobre la ciudad, son espectaculares, mi poca habilidad con la cámara no permite que podais apreciarlas en lo que valen, por lo que añado un trozo de vídeo de los varios que he tomado.
A las 4 de la tarde se oyen los tambores de algún templo, debe ser el equivalente a nuestras campanas. Yo aprovecho para entregar el resto de los libros que compre al Children`s Cultural Centre.
Por la tarde he cogido una de las bicicletas del hotel y he estado pedaleando algo más de una hora, tiempo suficiente para recorrer todas las calles del casco antiguo. No recuerdo la última vez que cogía una bicicleta que no fuera de spining. He pegado una sudada de caballo, pero ésto es algo que ocurre varias veces al día aquí.
Con ella he ido primero a la Cruz Roja Laosiana, donde les he dejado ropa lavada que no me hace falta y que me vendrá muy bien para hacer hueco en la maleta, ya que aunque no he comprado muchas cosas, algunas abultan bastante.Este es el edificio de la Cruz Roja en la ciudad.
Mañana salgo para Vientanne, el avión es a las 13,30, pero voy a ver si a las 5,15 cojo la bici de nuevo y me acerco al centro a ver a los monjes recogiendo la comida del día.
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